Descubre el abuso financiero contra adultos mayores
Aprende a notar indicios de delitos que a menudo no se denuncian.
El abuso financiero contra adultos mayores puede ser de varios tipos. Las siguientes son algunas señales de que podría haber un problema.
Los estafadores consideran que es fácil engañar a los adultos mayores. Para protegerte o proteger a un ser querido contra la explotación económica, es importante saber cuáles son las señales de advertencia y qué hacer si las descubres.
El National Center on Elder Abuse informa que el 90% de los estafadores son familiares o personas que conocen bien a la víctima, como vecinos, amigos o cuidadores. Debes estar atento a lo siguiente:
No saber sobre asuntos financieros principales
Una señal de alerta inmediata es cuando un adulto mayor que antes interactuaba y tenía la mente aguda empieza a demostrar de manera significativa que no recuerda asuntos importantes.
Este no es un caso típico de olvidarse —como “no sé dónde puse las llaves”—, algo que nos sucede a casi todos de vez en cuando. Por ejemplo, puede ser cuando un jubilado cuya firma está en un recibo de retiro bancario por una cantidad grande después dice “no me suena conocido” o “no me acuerdo de haber sacado ese dinero del banco”.
Según Marcy Keckler, vicepresidenta de estrategias de asesoría financiera para Ameriprise Financial, estas situaciones deberían despertar sospechas entre los familiares o cuidadores de la persona jubilada.
“Puede ser que un deterioro de la capacidad mental se esté convirtiendo en un problema, o quizás alguien ha hecho algo no autorizado, o algo que fue autorizado, pero que no vela por los intereses del cliente”, dice Keckler.
Sea cual fuere el caso, los recursos financieros de la persona jubilada deben examinarse de inmediato y controlarse de cerca y de manera permanente para proteger esos activos.
Fragilidad física
El deterioro mental no es lo único que vuelve a una persona que está envejeciendo más vulnerable al abuso financiero.
A menudo, los adultos mayores no tienen la fuerza física ni la movilidad para realizar tantas tareas domésticas o mantenerse al día con los asuntos de mantenimiento del hogar como antes lo hacían. “Puede ser un momento en el cual los adultos mayores tienen que invitar a más prestadores de servicios a su vida”, dice Keckler, y explica que los depredadores pueden aprovechar esta situación.
David Geibel, vicepresidente principal y asesor de capital para Girard Partners Ltd. en King of Prussia, Pensilvania, está de acuerdo. Menciona que la mayoría de los contratistas hacen trabajo legítimo. “Pero los contratistas de reparación doméstica sin escrúpulos tocarán la puerta y le dirán a la persona jubilada: ‘Estamos en la zona trabajando en la propiedad de tu vecino, y notamos que necesitas saneamiento de agua’”, dice Geibel. “Básicamente, asustan a una persona mayor al decir que hay daños graves en el hogar”.
El resultado es una factura enorme por reparaciones del hogar o hasta una serie de cargos mensuales por reparaciones que no ocurrieron.
Cuando sea posible, los amigos cercanos o familiares de un adulto mayor deberían estar presentes cuando se firme un contrato o se realicen reparaciones en el hogar, para disminuir el riesgo de fraude cometido por contratistas.
Aislamiento
Si no hay familiares que vivan cerca ni amigos que visiten con regularidad, es fácil que un desconocido se presente y se haga amigo del adulto mayor buscando una ganancia económica.
“Personas con malas intenciones pueden aprovechar el aislamiento y la soledad de muchos adultos mayores que están dispuestos a forjar una conexión con cualquiera”, dice Keckler.
“Por eso, presta atención a las nuevas amistades o relaciones que tenga un padre”, sugiere Keckler. Y agrega: “Esa puede ser una puerta que lleve a la explotación”.
Comportamiento cuestionable de familiares
Incluso cuando haya familiares que viven con un adulto mayor, debes estar atento a ciertos comportamientos cuestionables que podrían ser indicadores de abuso financiero.
Quienes se aprovechan de los recursos financieros de los adultos mayores provienen de todo tipo de orígenes y sectores sociales. Sin embargo, según los investigadores, muchos de ellos tienen el mismo perfil.
“Es muy probable que los autores de fraude sean hijos adultos o cónyuges, y es más probable que sean de sexo masculino, hayan sido o sean drogadictos, tengan problemas de salud física o mental, hayan tenido problemas con la policía, estén socialmente aislados, estén desempleados o tengan problemas de finanzas y estén en una situación muy estresante”, según un informe en la revista New England Journal of Medicine.
Es más, los familiares que viven en el hogar tienen mayor acceso a las cuentas, estados financieros y documentos personales de la persona mayor.
Los parientes egoístas hasta podrían convencer al adulto mayor para que transfiera fondos de sus cuentas, retire demasiado dinero o haga otras transacciones que agoten sus recursos financieros.
Por eso, si un familiar que cuida de un adulto mayor de repente cambia de estilo de vida —quizás renuncie a su trabajo o comience a manejar un automóvil nuevo que parece estar fuera de su alcance—, asegúrate de que este cambio no esté siendo subvencionado por el adulto mayor que vive en el hogar.
“Las personas en Estados Unidos por lo general no confrontan y tienden a no cuestionar esas cosas”, dice Geibel. “Pero si algo no parece bien, debes decir lo que piensas”.
La mayoría de los casos no se denuncian
Según la National Adult Protective Services Association, solo 1 de cada 44 casos de abuso financiero contra adultos mayores se denuncia.
Sin embargo, cuando hace poco Allianz Life Insurance Co. les preguntó a personas de 65 años o más si le contarían a alguien si fueran víctima de abuso financiero contra adultos mayores, una abrumadora mayoría (el 94%) dijeron que lo harían.
Pero en la misma encuesta, Allianz también les hizo preguntas a familiares y amigos (de entre 40 y 64 años) de esas mismas personas. Y aproximadamente la mitad dijeron que no creen que el adulto mayor le diría a alguien o que no están seguros. La mayoría de los familiares y amigos (el 72%) dijeron que creen que la vergüenza sería el obstáculo principal que evitaría que los adultos mayores denuncien el abuso financiero.
Además, por supuesto, a menudo los adultos mayores no quieren meter en problemas a sus familiares, en particular si esos familiares son quienes los cuidan.
Qué hacer
Si sospechas que ha habido abuso financiero contra un adulto mayor, no dudes en confrontar al estafador y denunciarlo a las autoridades competentes, dicen Geibel y Keckler.
Versión original: AARP