Mi albañil es un adulto mayor
Su nombre es Marín y aunque muchos le llaman “Maestro” yo creo que se merece el título de “Doctor”
Pero a decir verdad, ahora que lo pienso, en realidad es un auténtico maestro, porque me imagino que la cantidad de conocimientos que ha transmitido a las futuras generaciones de albañiles ha sido infinita. “Maestro”, más que un título profesional, es un título de respeto. Marín se merece el respeto y reconocimiento de todos nosotros.
Conoce muchas partes de la República Mexicana, porque él va a donde el trabajo se presente. Ya sea lejos de su casa, en el último punto de la Zona Metropolitana del Valle de México, o en algún estado como Michoacán.
Se compromete con su trabajo, es puntual sin importar si se tiene que despertar en la madrugada para llegar en el horario indicado cruzando kilómetros de distancia. Sus valores son íntegros y además admirables ya que es una persona que le echa ganas, es honesto, humilde y tiene la capacidad de concretar proyectos con verdadero concreto.
Su trabajo ordinario que requiere de gran coordinación, práctica y esfuerzo físico que muchos de nosotros no tendríamos el coraje de hacerlo, lo hace una persona extraordinaria.
Su cabello es castaño y sus lentes de sol amarillos le dan mucho estilo
Sin embargo, sospecho que se tiñe el pelo para no mostrar sus canas que desafortunadamente, en la sociedad actual, en vez de ser un símbolo de experiencia se asocia erróneamente a debilidad.
También, esos lentes que se le ven muy bien, sospecho que no sólo lo hacen ver a la moda sino que lo auxilian con su condición ocular de la presbicia (vista cansada).
Estoy muy segura que Marín ha sufrido de edadismo en su vida adulta.
Espero que no se vea desfavorecido en la contratación para nuevos proyectos sólo por reflejar de manera evidente e involuntaria su edad. Cumplir años nunca debe de ser un terror para nadie.
Naturalmente el cargar cosas muy pesadas se le imposibilita mucho debido al envejecimiento (pero de igual manera lo hace cuando se requiere).
Observo la dificultad que tiene al hacer trabajo pesado y a pesar de que me duele que una persona a su edad no tenga la posibilidad de retirarse de la vida laboral probablemente por factores económicos, considero que trabajar es uno de los varios elementos que le contribuye estar activo y sano a Marín, sobretodo mentalmente.
Su dedicación en hacer trabajos de detalle es verdaderamente único que sólo personas con su trayectoria pueden lograr hacerlo.
Tendemos a desvalorizar el trabajo de las personas mayores
Cuando inigualablemente es la labor de experiencia que se requiere en un equipo de cualquier disciplina e índole. Ya sea en un grupo de obreros construyendo una casa, en el equipo de docentes de un colegio educativo, o en un grupo de ejecutivos que dirigen una empresa.
Cabe recalcar que soy partícipe de que las políticas públicas y la sociedad le permitan a una persona mayor decidir cuándo desea retirarse y cuándo no. La necesidad financiera idealmente no debe de ser el único factor que mantiene a una persona en el mundo laboral.
Si un adulto mayor continúa trabajando de manera remunerada por placer o por orgullo de su independencia o por cualquier otra razón, es completamente aceptable.
También es respetable aquel adulto mayor que desea dedicar su tiempo a otro tipo de actividades recreativas en su vida.
Marín tiene décadas coordinando y dirigiendo la labor en distintas obras y tiene un extensa caja de herramientas y sabe utilizar cada una de ellas. Habilidades y capacidades envidiables… al menos para mí.
Ojalá algún día, cuando sea mayor, me sienta satisfecha de haber adquirido experiencia admirable en alguna materia, tal y como Marín lo hizo en la suya.
Versión original: Its Ruleless. Escrito por Lyann Jafif Nahmias
Comentario (1)
Excelente articulo…tenemos que valorizar a los adultos mayores, y reconocer sus logros, tambien necesitan de nuestro apoyo moral…gracias Lyann por compartir tus experiencias…
MUY VÁLIDO
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