Artículos inspiracionales de Kol Hanisayón
Kol Hanisayón recopiló hermosos e increíbles mensajes de la vida para ti, explora a continuación los diferentes enseñanzas que este centro de día tiene para ti.
¿Quienes somos?
Kol Hanisayon, Voz de la Exepriencia es un centro de convivencia para adultos mayores. Brindando atención intercomunitaria desde hace más de 20 años, tenemos como objetivo principal posibilitar al máximo su desarrollo integral, favoreciendo la convivencia entre generaciones; para ello se diseñan actividades físicas, motoras, espirituales, intelectuales y sociales coordinadas por personal capacitado y profesional.
¿Que hacemos?
Además de las actividades diarias, ofrecemos a sus asociados desayuno de lunes a jueves, comidas martes, jueves y domingos, diversas actividades dominicales y salidas. Contamos con transporte.
* El transporte, desayunos y comidas fueron hasta antes de pandemia.
Contacto
[email protected]
Lafontaine Polanco, CDMX.
52803670 y 52804075
«A QUÉ EDAD HE LLEGADO…?
La edad en que se olvidan los rencores y se perdonan los errores.
La edad en que lo más mínimo tiene importancia y en que lo que más importa
pasa y puede esperar un poco.
La edad propia para amar con las ansias guardadas.
La edad de perdonar y pedir que me perdonen.
La edad que veo a mis hijos crecer y hacer sus vidas.
La edad en que mis lágrimas afloran dulcemente y rápidamente por mis mejillas.
La edad en la que la sonrisa brota de mis labios a la menor indicación de la dulzura.
La edad en la que la palabra «amigos» resuena con alegría en mis oídos.
La edad en que amo, y permito que me amen.
La edad en que todo pasa y deja huella.
La edad de los recuerdos y los olvidos.
La edad que nunca voy a olvidar.»
Recopilado de FaceBook
EL TIEMPO NO SE DETIENE
«La vida es una tarea que nos trajimos para hacer en casa.
Cuando uno mira… ya son las seis de la tarde; cuando uno mira… ya es viernes; cuando uno mira… ya se terminó el mes, cuando uno mira… ya se terminó el año; cuando uno mira… ¡ya se pasaron 50 o 60 años!
Cuando uno mira… ya no sabemos más por donde andan nuestros amigos.
Cuando uno mira… perdimos al amor de nuestra vida y ahora, es tarde ya para volver atrás.
No dejes de hacer algo que te gusta por falta de tiempo. No dejes de tener alguien a tu lado, porque tus hijos pronto no serán tuyos, y tendrás que hacer algo con ése tiempo que resta, en donde lo único que vamos a extrañar será el espacio que sólo se puede disfrutar con los amigos de siempre. Ese tiempo que, lamentablemente, no vuelve jamás…»
Es preciso eliminar el «DESPUES»…
Después te llamo, Después lo hago, Después lo digo, Después yo cambio.
Dejamos todo para Después, como si el Después fuese lo mejor…
Por qué no entendemos que…
Después el café se enfría, Después la prioridad cambia, Después el encanto se pierde, Después temprano se convierte en tarde, Después la añoranza pasa, Después las cosas cambian, Después los hijos crecen, Después la gente envejece, Después el día es noche, Después la vida se acaba.
No dejes nada para Después, porque en la espera del Después, tú puedes perder los mejores momentos, las mejores experiencias, los mejores amigos, los mayores amores.
Acuérdate que el Después puede ser tarde.
¡El día es hoy!
YA NO ESTAMOS EN EDAD DE POSPONER NADA.
Autor anónimo
QUE BUENO QUE…
Que excelente es llegar a una edad de adulto mayor, pues es señal de que has sido sano la mayor parte de tu vida.
Qué bueno que eres jubilado, pues es signo inequívoco de que trabajaste mucho durante tu edad productiva.
Qué bueno que puedes escribir o leer esta publicación, pues aún con lentes, tu vista te permite seguir siendo independiente.
Que bueno que aunque lento, aún puedes caminar e ir a donde tú deseas.
Qué bueno que acudes a reuniones, pues es señal de que todavía tus amigos siguen vivos y te mantienen vivo, que un café es significativo de mil anécdotas y diez mil sonrisas.
Qué bueno que todavía amas a alguien, pues es señal de que tienes un corazón sano y sediento de seguir viviendo.
Da las gracias por el blanco de tus cabellos, pues es señal de que no se te ha caído y aún puedes decidir tu corte de cabello.
No permitas que nadie te llamé despectivamente viejo, pues no lo eres, tú eres sabio por tu experiencia y sabiduría acumulada.
Si tienes una enfermedad, no te asustes, es normal que las haya, pues es parte del desgaste natural, mientras te duela y puedes por ti mismo acudir al médico es una gran noticia, pues sigues siendo independiente.
Hoy no te tomas una botella, pero seguro estoy que hoy disfrutas más que antes de una copa, y más si va acompañada de una excelente plática o de entonar las canciones que recuerdan tus sentimientos pasados.
Debemos felicitarnos por estar vivos, algunos no tuvieron la misma suerte que nosotros.
Te falta algo por hacer? No digas «ya estoy viejo», prepárate para hacerlo.
Tendrás limitaciones, pero tú puedes siempre que no te pongas en riesgo.
Te deseo más años de vida, pues es señal que tendremos más años de aprecio, risas y experiencias de vida que vale la pena compartir.
No dejemos envejecer nuestros sentimientos y la alegría de vivir, disfrutemos todos los años que Dios tenga destinados a cada uno de nosotros.
Juan José Arreola
A CUESTA DE LA VIDA
Si un día el camino
Que venía liviano,
Se te vuelve oscuro
Y encima empinado,
Busca a tus amigos
Tómales sus manos
Apóyate en ellos
Para repecharlo.
No lo intentes sólo,
No podrás lograrlo;
Y si lo lograras,
Será a un costo alto.
Con los que te queremos
Se hará más liviano.
Cuando el cuerpo afloje
Te sientas cansado;
Cuando la tristeza
A tu alma haya entrado;
Busca a tus amigos,
Busca a tus hermanos
Cuenta con nosotros
Que para eso estamos.
Se conoce el dulce,
Probando lo amargo.
Tras subir la cuesta,
Se disfruta el llano;
Así es nuestra vida,
Te lo juro hermano.
En los tiempos duros,
Encontrarás manos
Abiertas, tendidas,
De amigos, de hermanos;
Ya para empujarte,
Ya para un abrazo;
Y al fin de la cuesta,
Disfruta del llano
Don FEDERICO GARCIA LORCA
La vida compartida con amigos y familia siempre es mejor
LAS SANDALIAS NEGRAS DE MI MADRE
La última vez que le regale unos zapatos a mi madre, fueron unas sandalias negras, se las estrenó el mismo día.
Cuándo se las vi hasta me sorprendí, porque se las había comprado para un día especial y le pregunté: ¿por qué las has estrenado tan rápido?, y me contestó:
“Aha ¿y si me muero mañana?, se las va a estrenar otra, no hijo estas son para estrenar hoy mismo.
Dos meses después mi madre falleció.
Hoy volví a recordar las sandalias negras de mamá algo desgastadas y recordando me pregunto: Que estamos esperando para estrenar, qué es realmente un día especial cuando esta vida se vive solamente una vez, y así pasamos la vida, esperando el momento adecuado, esperando el momento preciso, esperando un día especial para estrenar aquello que nos haga sentir mejor, y es que cuánta gente llega aquí sin decir lo que quiso, sin ponerse lo que quería, sin pedir perdón, o sin vivir los amores que jamás fueron por esperar un poco para decirlo.
Los matrimonios que se rompieron porque no supo pedir perdón primero, los amigos que dejaron de hablarse por un malentendido, la familia que nunca más volvió a reunirse porque no encontraban un día, los sueños que se quedaron en sueños, por no encontrar la oportunidad.
La gente honesta que perdimos porque fue sincera, y nos dolió.
Y si no llega mañana, que dejaste sin estrenar para que otro estrenara, a quien dejaste para que otro amara, que palabras dejaste sin pronunciar, con que perdón en el pecho te quedaste, a quien debiste cerrar la puerta sin mirar atrás?.
Guardamos sin estrenar palabras, compañías, sentimientos y sueños, solo por miedo a fracasar, por vergüenza, o peor aún por orgullo. Y así guardamos los latidos del corazón quedando inertes por esperar a mañana.
El mañana no existe, es una esperanza, es un sueño que tal vez no llega.
Solo nos queda hoy, antes que otro estrene los zapatos.
Lucha por lo que amas, lucha por tus sueños, y vive intentándolo antes de que otro se atreva a ser la mejor hazaña.
Recuérdalo, vive la vida, y cada mañana cuando abras los ojos en esta tierra de locos, es la manera en la que Dios nos está diciendo: ándale, aviéntate, arriésgate, quizás este sea el día, y si fallas no te preocupes.
Hoy estuve en el lugar donde está su cuerpo, en silencio y con las lágrimas en los ojos, me acordé de sus sandalias negras, y pensé que hoy es un buen día para estrenar zapatos.
Hoy es un buen día para empezar a hacer los sueños realidad.
¿Aún tienes algo sin estrenar?, pues anda, ve por él y estrénalo y vive el momento.
Raquel Bazbaz Agami
Amor incondicional
El amor, es un sentimiento muy profundo que experimentamos desde pequeños, hacia nuestros padres. El amor fluye de padres a hijos, y de hijos a padres. Como padres, podemos sentir que damos todo lo que podemos a nuestros hijos, y lo hacemos lo mejor que sabemos. Como hijos, podemos sentir a veces que lo que nuestros padres nos dan no es suficiente. Qué aún nos podrían dar más de lo que nos dan o nos han dado.
Somos seres imperfectos, en todas nuestras facetas de la vida, esto quiere decir, que no es posible, hacer las cosas siempre bien. Nos vamos a equivocar tarde o temprano, aunque no lo queramos. Como padres, como hijos, como niños y como adultos.
Como hijos, nos cuesta aceptar los errores de nuestros padres, porque de pequeños pensamos que son perfectos. Cuando nos damos cuenta que no lo son, nos podemos llegar a enfadar, y seguir esperando que nos den algo que no hemos recibido… ( más cariño, afecto, atención… ).
Cuando no aceptamos lo que nos han dado nuestros padres, nos hacemos pequeñitos, y nos desvitalizamos. Cuando no aceptamos que las circunstancias fueron las que fueron, hay una parte de nosotros que no puede estar tranquila. Y entonces, vamos buscando aquello que no nos dieron nuestros padres, en otras personas, (parejas, amigos, otros familiares) y vemos que tampoco es suficiente.
Un hijo, no puede escoger, siempre va a querer a los dos padres por igual.
Como hijos, estamos hechos 50% de nuestra madre y 50 % de nuestro padre. Aunque hayamos vivido momentos difíciles, heridas incurables o hechos irreconciliables, que nos han hecho rechazar a uno o ambos de nuestros progenitores, secretamente los queremos igual.
Hay un amor profundo que nos mueve, y nos inunda, hacia los dos. Eso, quiere decir, que independientemente de si tenemos relación con nuestros padres o no, podemos llevarlos a los dos en nuestro corazón. Aunque no los hayamos conocido, aunque hayan hecho algo terrible. Esto no quiere decir, que hayamos de justificar sus actos, no.
Lo único que quiere decir, es que gracias a que nuestros padres se juntaron una vez, nacimos. Gracias a ellos estamos con vida. Y sólo por eso, ya los podemos llevar en nuestro corazón. Por tanto, si le damos a un hijo escoger entre uno u otro lo hará, pero en secreto sin que muchas veces sea consciente, va a amar a ambos por igual.
Recopilado por Raquel Bazbaz.
¡Felicidades!
Ya todos nos felicitamos unos a otros con cariño y agradecimiento, pero…
TÚ, ya te felicitaste?
Ya te felicitaste por los momentos en que quisiste tirar la toalla y sacaste fuerza para salir adelante?
Ya te felicitaste por esas noches de insomnio y al día siguiente levantarte con una sonrisa?
Ya te felicitaste por luchar y lograr hacer realidad tu sueño?
Por esos días que no podías contener el llanto, pero aun así sacaste fuerza para apoyar a quien lo necesitaba?
Ya te felicitaste por guardar silencio ante una ofensa, aunque el alma te dolió profundamente?
Ya te felicitaste por los amaneceres llenos de Sol que tuviste la oportunidad de disfrutar?
Por los grandes amigos que has sabido conservar y aceptar con paz a quien se fue?
Ya te felicitaste por tus éxitos?
Por dar ánimo y amor sin esperar nada a cambio?
Te felicitaste por ser amado y respetado por alguien especial?
Ya te felicitaste por tener la satisfacción de un trabajo bien hecho?
Por el amor de tu familia y el cariño incondicional de tus amigos?
Hoy felicítate también POR SER QUIEN ERES: único e irrepetible!
Por tus sueños, por la pasión que pones en lo que haces, por el amor que ahora te tienes a ti mismo…
Por ser fuerte, por aprender día a día y por saber que la divinidad en la que crees (o tú mismo) te tiene deparadas las mejores cosas de este mundo…
Por la música, por el baile, por sonreír, por poder caminar, correr, saltar…
Por la magia de estar vivo!
Yo, hoy también me felicito!
Recopilado por Raquel Bazbaz
Envejecer es sin duda una buena noticia
Más que la vejez por sí misma, son los problemas de la sociedad y los entornos desfavorables los que llevan a que las personas que viven la vejez la vivan en condiciones de malestar, dependencia e insatisfacción
En las conversaciones acerca del envejecimiento y la vejez hay demasiadas palabras que empiezan con “d”. Por ejemplo: decadencia, dependencia, dolencia, demencia, discapacidad, e inclusive, desastre.
Convendría que nuestro vocabulario acerca del envejecimiento y de la vejez empezara con otra letra del alfabeto. Hay muchas “buenas” palabras que comienzan con “c” y que son útiles al pensar sobre nuevos significados del vivir-envejecer y de la vejez: cuidado, camino, continuidad de la vida, competencia, capacidad, contribución etc.
Justamente, de las actitudes negativas o discriminatorias hacia las personas mayores, surge la necesidad de inculcar a todas las generaciones una nueva manera de entender el envejecimiento, donde es necesario aceptar la amplia diversidad de la experiencia de la edad avanzada, reconocer las inequidades que a menudo subyacen a ella y estar dispuestos a preguntarnos cómo podrían hacerse mejor las cosas.
Conocemos la enorme cantidad de mitos que circulan sobre el envejecimiento. Al igual que vinculamos la juventud con la salud, la belleza, la inquietud, las ganas y la fuerza; unimos la vejez a la desidia, la inactividad, la pobreza y la enfermedad. Ha llegado la hora de derribar definitivamente esos mitos.
Por ello, uno de los retos a enfrentar, para lograr la equidad y la felicidad de las y los adultas/os mayores, es eliminar una gran cantidad de ideas erróneas acerca del envejecer y la vejez, las cuales perjudican el buen envejecer y dificultan su inserción adecuada a la sociedad.
Envejecemos y eso es sin duda una buena noticia, pero cómo la contamos es la esencia.
Las personas mayores no son el problema sino parte de la solución, en lugar de como una carga mostrémoslas como un recurso preciado. Hay que partir de reconocer el envejecimiento como un proceso que abarca la vida entera —desde el nacimiento hasta la muerte—; y la vejez como un periodo cada vez más extenso y significativo de la vida.
Aún predomina en nuestros medios los aspectos de las pérdidas, las nostalgias, los aislamientos, las depresiones, las demencias cuando en realidad esta es solo una parte, una expresión del tema de la vejez. Falta ponderar esa otra parte de la vejez, como una etapa del desarrollo, con todo el respeto y la coherencia que conlleva. Y es que más que la vejez por sí misma, son los problemas de la sociedad y los entornos desfavorables los que llevan a que las personas que viven la vejez la vivan en condiciones de malestar, dependencia e insatisfacción.
Es necesario entender que la vejez, no es solo un asunto de los adultos mayores. Es un tema de todos: los adultos mayores, los adultos y los jóvenes, quienes a fin de cuentas seremos los viejos y viejas de mañana.
Recopilado por Raquel Bazbaz
Las ventajas de envejecer
Nunca cambiaría a mis increíbles amigos, mi vida maravillosa, mi querida familia, por menos canas o por un vientre más plano.
A medida que he madurado, me he vuelto más amable, y menos crítico conmigo mismo.
Me he ido convirtiendo en mi propio amigo …
No tengo sentimiento de culpabilidad al comer unas galletas de más, o al hacer la cama cuando quiera, o comprando algo tonto que no necesito.
Tengo derecho a ser desordenado o extravagante.
He visto a varios amigos y seres queridos abandonar este mundo demasiado pronto, antes de que se dieran cuenta de la gran libertad que aporta la vejez.
¿Quién me reprocha, si me pongo a leer o a jugar con mi ordenador hasta las cuatro de la madrugada y dormir hasta el mediodía?
¿A quién le molestará que me quede en la cama o frente al televisor, todo el tiempo que quiera?
Bailaré al son de aquellos éxitos maravillosos de los años 70, 80 y 90, y si de paso me entran ganas de llorar por un amor perdido, pues lloro …
Cuando quiera, caminaré por la playa con esos pantalones cortos, demasiado ajustados para un cuerpo ya en declive, y me sumergiré en las olas con abandono, a pesar de las miradas de conmiseración de otros más jóvenes y dinámicos. Ellos también envejecerán.
Sé que a veces tengo descuidos de memoria, pero creo que con respecto a algunas cosas de la vida lo mejor es olvidarse de ellas.
Recuerdo las cosas importantes.
Por supuesto, a lo largo de los años, mi corazón se ha partido o hecho añicos más de una vez.
Sin embargo, los corazones partidos nos procuran fuerza, comprensión y compasión.
Un corazón que nunca ha sufrido es inmaculado y estéril, y nunca conocerá la alegría de ser imperfecto.
Tengo la suerte de haber vivido lo suficiente como para tener gris lo que me queda de cabello y para conservar la risa juvenil grabada para siempre en los surcos profundos de mi cara.
Muchos nunca se rieron, muchos murieron antes de que les salieran canas.
A medida que se envejece, es más fácil ser positivo e independiente. Importa menos lo que piensen los demás.
Yo ya no me cuestiono.
Me he ganado el derecho a estar equivocado.
Entonces, respondiendo a tu pregunta, o si no has preguntado, a tu extrañeza:
Me gusta ser viejo. Me gusta ser la persona en la que me he convertido.
No viviré para siempre, eso lo sé, pero mientras esté aquí, no perderé el tiempo lamentando lo que pudo haber sido y no fue, y todavía menos preocupándome por lo que será, porque puede que ni lo vea.
Y cuando tenga ganas, comeré postre en cada comida.
¿Lo captas?
¡Que nuestra amistad nunca se separe, porque reside en el corazón! ❤️
Recopilado por Raquel Bazbaz
El brindis
Estoy a nada de iniciar un brindis por todo: por los amigos, los amores, los sueños, las aventuras, los paseos, la vida… también por errores que ayudan a aprender, limitaciones que me obligan a ser menos vanidoso, incultura que me obliga a leer más y tratar de ignorar menos. Hay días como este en que, aún nublado, se siente el sol dentro, mariposas en la mente, atardeceres en el espíritu. Días para reconciliarse hasta con uno mismo —tal vez lo más difícil—, días en que Dios amanece con ganas de hablarnos al oído susurrando “todo va a estar bien”.
Hoy como que no se me antoja lo que viene siendo invitar a la polémica, solo insistir que allá afuera hay colibríes, y niños deseando expropiarse de las resbaladillas, y personas locas en busca de romance, y ancianos aprendiendo a patinar, y noches justas para una guitarra compartiendo el placer de la conversación y el canto, y gente recuperando la vida dando por sentado que al país lo salvaremos los ciudadanos si dejamos de atorarnos en rencores. Ya que brincamos fácilmente del desencanto a la euforia y de la tristeza al éxtasis, no es tan malo, a veces, desconectarnos asomados a nuestro país que sigue oliendo a gloria, a mar encrespado, a guayaba recién mordida, a balero, a salsa macha.
Textos como este no sirven para nada pero pueden llegar a reconfortar a ratos, buscando encontrar belleza en la simple perfección del pasto, en sonrisas de personas que no conocemos aún, ofreciendo un atajo para el corazón. Textos inútiles como un poema, incapaz tal vez de acertar en una fórmula química pero suficiente para alimentar espíritus desérticos. Textos de nada que pueden reflejar guiños de Dios. Textos que se olvidan pronto pero invitan a esperar la tarde reafirmando vínculos con el pasado y recordando a quienes se marcharon un día como hoy tras engalanar el mundo. Solo por eso tan simple hoy me desentiendo, tengo antojo de paz, de andar descalzo, de ver fotos antiguas, de un helado de mamey, de escuchar jazz y de un buen brindis, pero de brindis acompañado.
Quiero Hacer un gran brindis, por todas las vivencias y mis amigos de Kol Hanisayon…
La vida no es para llevar. Es para comer aquí.
Recuerdo que cuando me registré en aquel imponente resort me pusieron un brazalete en mi muñeca. Me explicaron que no debía perderlo, pues él me daría acceso a todas las instalaciones, que con él podía disfrutar de todo lo que había de esa puerta en adelante.
Y así fue. Cada día podía recorrer aquel increíble lugar y bañarme en cualquiera de sus hermosas piscinas o en el mar.
También recuerdo que algunas personas preferían quedarse en la habitación, y yo me preguntaba ¿cómo es posible que no quieran disfrutar de este regalo? ¡Si ya todo está pagado!
En aquel lugar también tenía acceso a los diferentes restaurantes que formaban parte del complejo. Confieso que esto era la mejor parte, dado que en ellos había un surtido impresionante de comidas, postres y bebidas de los cuales podía comer sin restricción.
Solo había una regla: Nada se podía llevar, todo era para comer ahí.
Así es la vida. Al nacer Dios nos pone un brazalete llamado “Vida”, y a través de ella, tenemos acceso a este fascinante mundo creado por él.
Pero, es tu elección quedarte en la habitación o recorrerlo. Es tu elección disfrutarlo así que tienes libre acceso a todo lo que Dios dispuso para ti.
Mientras tu corazón palpite tendrás la oportunidad de disfrutar la vida que Dios te regala. Pero al igual que aquel resort, en este mundo aplica la misma regia: “Nada es para llevar, todo es para comer aquí”
La diferencia entre un hotel y un Resort es que el primero se hizo solo para dormir y estar encerrado y el segundo para recorrerlo y disfrutarlo. ¡La vida no es un hotel! Es un Resort de
Por eso, NO te quedes encerrado en la habitación de tu mente, de tus problemas, en la amargura, en el dolor o en la preocupación. Si estás respirando es porque aún tienes el brazalete…
Disfruta hoy de la naturaleza, de la compañía de tus seres queridos, de un rico postre, de un abrazo o de un beso, de una sonrisa, de un buen descanso y sobre todo disfruta Vivir!!! ¡Porque nadie vivirá por ti!
“Por eso, he descubierto que para el ser humano no hay más felicidad que disfrutar de sus obras, porque esa es su recompensa”
Así que solo vive y disfruta tu bufet
Regalo de Dios