Ava Bise no es la típica «bobe» judía
Ava Bise, atleta de triatlón de 70 años y defensora del CrossFit, deja su ego en la puerta del gimnasio.
A los 70 años, Ava Bise no es la ordinaria bobe judía. A ella le encanta practicar snowboard, triatlones, ejercicios de CrossFit, hacer malabarismo y la danza del vientre. A sus siete nietos les compra regalos como skateboards, pogo saltarines y zancos de madera… y disfruta usándolos tanto como ellos.
Para esta habitante de Los Ángeles de toda la vida, no se trata de tener un físico esculpido, sino de poder realizar fácilmente las actividades de la vida cotidiana, desde jugar con sus nietos hasta colocar el pesado equipaje de mano en el compartimiento superior de un avión.
Un modelo alternativo del envejecimiento
Bise también espera ser un modelo alternativo del envejecimiento para sus descendientes. «Siempre fui muy activa. Mi primera pasión fue el ciclismo y nadar», relata. «Conocí sólo a una de mis abuelas. Ella era muy activa. La Bobe Eva usaba un leotardo rosa fuerte y tomaba clases de gimnasia en el Centro Comunitario Judío. Recuerdo con cariño haber ido con ella a las clases de gimnasia».
«Pensé que eso era lo que hacían las abuelas. A ella también le encantaba bailar». De hecho, sus abuelos solían asistir en Hollywood a las grabaciones de «The Lawrence Welk Show» y voluntariamente entraban a la pista de danzas con otras parejas entusiastas de la audiencia que visitaba el estudio.
Con su amor por la actividad, Bise mantiene la tradición familiar. Ella le enseñó a los pequeños a esquiar y a hacer snowboard en las montañas al norte de Los Ángeles, y recuerda su juventud saltando en los pogo saltarines. «Hago todo eso con los niños. Supuestamente compré para ellos esos juguetes», afirma riéndose.
Siempre dispuesta a enfrentar un desafío, esta madre de tres hijos comenzó a hacer CrossFit a los 59 años. Eso cambió su estilo de vida. Sigue entrenando y dando lo mejor de sí misma y la recompensa valió la pena. «Mi estado físico nunca fue mejor. También estoy más dispuesta a probar cosas nuevas. Los movimientos funcionales me permiten viajar con facilidad y perfeccionaron mi fuerza y mi equilibrio».
En su juventud, Bise sufrió un trastorno alimentario. Con prueba y error, incluyendo un grupo y apoyo espiritual a través de un programa comunitario, logró sentar las bases para una vida equilibrada y de bienestar. Siente que logró un programa saludable y realista que se adapta a su cuerpo y a su estilo de vida.
Malabares entre la familia y el atletismo
Una aprendiz de toda la vida, Bise cree que nunca es demasiado tarde para perseguir nuevos sueños. Ella se convirtió en instructora de snowboard cuando tenía cuarenta y tantos años y comenzó a hacer malabarismos al final de la década de los 40. «Hice malabares con mi hijo menor, Dennis. Fuimos a convenciones de malabarismo y la verdad es que llegué a ser bastante buena. Me divierte hacerlo».
Una década más tarde descubrió el CrossFit, un régimen que involucra una variedad de movimientos funcionales de alta intensidad, y rápidamente se transformó en su nueva pasión. Con cuidado de escuchar su sabiduría interna, ella fija el ritmo y el peso al nivel que siente que es correcto para su cuerpo.
«La única persona con la que compito, soy yo misma (y no en mi contra). Dicen que uno debe dejar el ego en la puerta del gimnasio».
Ella entrena cuatro veces por semana, a menudo con su hijo mayor, Anthony Flynn, quien creó un gimnasio en su garaje durante la pandemia de Covid. Juntos fundaron YouBar, promocionada como la primera compañía de barras nutritivas personalizadas del mundo. La empresa creció hasta convertirse en el mayor co-fabricante de barras de proteínas de California.
Después de jubilarse a los 65 años, Bise dejó a Anthony, Dennis y a su hija Emily dirigir la empresa. Mientras tanto, siguió buscando aventuras deportivas. Estas incluyeron andar en bicicleta a lo largo del río con su esposo Kevin, cinco días a la semana. El deporte no sólo les brindó una sensación de libertad durante la pandemia, sino que también la ayudó a entrar a los triatlones.
Hace poco, Bise ganó el primer lugar en su grupo de edad en un triatlón de velocidad. Este estuvo compuesto por 1/2 milla nadando en el océano, 17 millas de ciclismo a lo largo de la costa y una carrera de 4 millas.
Al final, ella fue la única participante en su grupo de edad. No importa: «Fue maravilloso. Estoy muy agradecida de poder participar y lograrlo».
6 consejos para un buen estado físico a cualquier edad
Esta bobe en súper estado físico comparte sus consejos prácticos con quienes desean llegar más lejos de sus límites.
- Sólo hacerlo. Planifícalo, entrena para lograrlo, cualquiera sea tu sueño.
- Acepta ser un principiante. «No se supone que debemos ser buenos desde la primera vez que lo intentamos. Aprender es la mitad de la diversión. De forma paralela, no dejas de estudiar Torá porque ya lo has estudiado todo. Siempre hay algo más que aprender».
- Fija objetivos realista. Bise nunca se empuja a llegar a un 100 por ciento de esfuerzo físico, porque no quiere lastimarse.
- Pasa un buen momento. No necesitas un compañero para comenzar. Los amigos y compañeros surgen a medida que participas. Si odias una actividad, no la hagas. Encuentra algo que disfrutes.
- Ejercita tus músculos espirituales. «Mi conexión espiritual es extremadamente importante. El tratamiento para mi trastorno alimentario me volvió una mejor judía. Rezo cada día. Algunas de mis plegarias son las clásicas plegarias judías y otras no. A menudo rezo pidiendo fuerza, paciencia y la capacidad de enfrentar lo que me ocurre en la vida».
- Adopta una perspectiva a largo plazo. Los beneficios van más allá de lo físico. «No se trata de cuántas millas corrí hoy. La victoria es seguir intentándolo. Es ser capaz de jugar con mis nietos. Es disfrutar más de la vida, estar más segura porque eres más fuerte».
Versión original: Aish Latino escrito por Ronda Robinson