Beryl Carr, la dulce señora que con 100 años trabaja como voluntaria en un hospital de Londres
Ha trabajado como cajera y, ocasionalmente, ha echado una mano haciendo sándwiches y otras tareas.
Beryl Carr es una mujer jubilada que, el pasado catorce de enero, cumplió cien años. A pesar de la cifra, todavía trabaja en la caja del Friend’s Cafe del Hospital de Ealing donde se ha convertido en la voluntaria más veterana del NHS, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.
Corría el año 1922 cuando Beryl nació en Acton aunque creció en Ealing antes de trasladarse a Cambridgeshire con su esposo. Treinta años después de aquella mudanza y tras la muerte de su marido, regresaría para estar cerca de su hija Val. Fue ella quien la animó a presentarse como voluntaria del NHS.
Beryl explica que cuando volvió estaba sola y no conocía a nadie: “Fui a la entrevista, les expliqué que podía hacer lo que necesitasen… y he estado en la cafetería desde entonces”. Se unió a la plantilla del Friend’s Café en 2003: “Se lo recomiendo a todo el mundo. Me encanta el ambiente que hay porque es encantador”.
Una fiesta en su honor
Desde que entró ha trabajado como cajera y, ocasionalmente, ha echado una mano haciendo sándwiches y otras tareas necesarias. Cuando comenzó la pandemia en marzo de 2020, la cafetería del hospital cerró y, además, Beryl tuvo que protegerse porque formaba parte del grupo de riesgo. No fue fácil para ella: “Lo eché mucho de menos”.
Se ha convertido en un pilar de la comunidad hospitalaria y con motivo de su cumpleaños le organizaron una fiesta en la que no faltó ni la tarta ni una rifa benéfica en su honor. Como ocurre cada vez que alguien se convierte en centenario en Reino Unido, Beryl recibió su felicitación de parte de la Reina Isabel II: “Sabría que la tarjeta llegaría, pero aún así fue una sorpresa”.
Seguirá siendo voluntaria
A sus cien años todavía vive de forma independiente, su hija le echa una mano con las compras y cada día coge un autobús hasta el hospital. Cuando alguien le pregunta cuál es sido su secreto para llegar a los cien años en su estado, ella responde: “Hacer todo con moderación, pero es cierto que también soy muy afortunada”.
A corto plazo, Beryl no tiene planeado dejar de ser voluntaria porque para ella no hay nada peor que pasar todo el día frente a la televisión: “Hay que seguir moviéndose. De lo contrario te estancas y, de momento, todavía me muevo bien”.
Versión original: Tu otro diario