Cómo mantenerte económicamente… y a tus padres
Los especialistas recomiendan tener una comunicación honesta sobre las posibilidades de ayudar en la vejez de los progenitores. Éstas son las vías con las que puedes apoyarlos.
Cada familia tiene necesidades distintas, pero si por alguna razón tus padres no tienen una pensión asegurada o tendrás que apoyarlos económicamente en el futuro porque su estado de salud es delicado, debes mantener una línea de comunicación transparente y honesta con ellos y diseñar un plan financiero que te permita hacer frente a tus gastos sin descuidarlos, sugieren especialistas en finanzas personales.
“La esperanza de vida de los mexicanos es de 80 años, es decir que nuestros papás después de cumplir 65 años vivirán 20 años más. Si cotizaron con la Ley del 73, su pensión posiblemente esté entre 6,000 y 15,000 pesos mensuales”, comenta Patricia Rodríguez, directora general de Why not?, consultora de asesoría financiera patrimonial.
El problema viene cuando un joven de la generación millennial quiere hacerse cargo de todos los gastos que implica la vejez de sus padres. Rodríguez hace el ejemplo de un hijo de 30 años que quisiera que sus padres de 55 años, a sus 65, obtuvieran 10,000 pesos mensuales durante los próximos 20 años. Para lograrlo, tendría que ahorrar 2.4 millones de pesos en 10 años, es decir: 20,000 pesos mensuales. “¿Quién puede ahorrar eso mensualmente? Nadie, ni siquiera para uno mismo”, comenta Rodríguez.
A este ahorro, el joven tendría que sumar un extra para cumplir sus metas financieras, como comprar una casa, un auto, tener hijos, viajar y pagar su retiro. De ahí la importancia de que los hijos tengan una comunicación directa, abierta y honesta con sus padres, comenta el asesor de seguros y tallerista en finanzas personales Adolfo Vargas.
“La generación millennial va a tener que entrar en un proceso de responsabilidad, en la cual deberán hacerse cargo de su propio retiro, pues no le tocará el sistema de jubilación por la Ley del 73. Y tendrán que hablar con sus padres para decirles que no los van a mantener. De esta manera, al no hacerse cargo de ellos, también estarán renunciando a que sus hijos los mantengan”, explica Vargas.PUBLICIDAD
Para que la carga financiera no sea tan pesada de padres a hijos, Rodríguez y Vargas sugieren tres salidas: impulsar a que los padres pongan un negocio propio o tengan una actividad productiva que les permita tener recursos en el futuro o que el millennial contrate un seguro de vida o fondo de inversión, ambos productos a 10 años.
Fondo de inversión
Los fondos de inversión son instrumentos financieros que se abren en un banco o casa de bolsa desde 1,500 hasta 10,000 pesos. Son productos flexibles a los cuales se les puede hacer aportaciones adicionales, dependiendo el ciclo económico y de vida por el que esté pasando el ahorrador, explica Vargas.
“Estos fondos de inversión no tienen seguro de vida. Si optas por este instrumento, es recomendable que dé como rendimiento por lo menos la inflación (entre 4.5 y 6%)”, dice Rodríguez.
Al cumplir los 10 años, el ahorrador puede darle el dinero a sus padres o distribuirlo en un pago mensual.
Vargas advierte que a los jóvenes se les hace pesado ahorrar a largo plazo (más de 10 años), por lo que sugiere que contraten un fondo en el que ahorren por bloques de cinco años, vean los resultados y alarguen el plazo.
Seguro de vida dotal
Los seguros de vida dotales pueden contratarse con una aseguradora o un banco. Para que se cumpla la condición de que los padres reciban el dinero, el joven ahorrador deberá contratarlo a su nombre y dejarlos como beneficiarios. “Si llegas a fallecer o a invalidarte, recibirás la suma asegurada y las aportaciones mensuales que tú hacías quedan automáticamente cubiertas, no hay que pagarlas más. Al final de los 10 años, tus padres recibirán el 100% de la cantidad pactada en el contrato”, comenta Rodríguez.
En el caso de que el ahorrador viva después del plazo (10 años) recibirá la cantidad contratada y dependerá de él cómo distribuya ese dinero y cuánto le dé a sus padres. “La prima mensual de un seguro de vida que pagará un joven de 30 años, que goza de buena salud, oscila entre 2,000 y 2,500 pesos”, detalla Rodríguez.
Los especialistas comentan que también existe la posibilidad de contratar un plan personal de retiro (fondo o seguro), con el componente de ahorro adicional, y ese dinero -del que dispondrá al cumplir 60 o 65 años-, podrá utilizarlo para mantener su vejez y la de sus padres.
Versión original: Expansión