Comunicación en la cuarentena
LTO Marcela Casillas Escalona
Ayer por la tarde leía una nota en la que se referían a este periodo como “La Gran Cuarentena”, planteaban los impactos económicos y políticos que veremos en los siguientes meses a nivel global y si bien es posible que no seamos capaces de ser motores de cambio en las finanzas mundiales, cada uno de nosotros, como individuos, somos el factor diferenciador dentro de casa, y uno de los elementos más importantes para la construcción de relaciones adecuadas y fuertes es la comunicación.
Interésate y actívate
Cuando las personas se sienten escuchadas son más seguras e independientes, dentro del contexto familiar debemos fomentar el desarrollo de la identidad y el sentido de pertenencia, es decir, permitir que la persona sea ella misma, trabajar en equipo, motivar a todos los miembros (sin importar la edad) a descubrir cosas nuevas y sobretodo fortalecer la participación activa, buscando que cada quien tome sus propias decisiones y desarrolle su personalidad y habilidades. Mostremos interés por lo que nos cuentan (aunque parezca una nimiedad o ya nos lo hayan contado antes) y escuchemos activamente respetando sus sentimientos y emociones, sin interrumpir ni juzgar.
Hablar con los mayores representa otro reto, se requiere paciencia y tiempo debido a los cambios físicos, psicológicos y sociales que se dan como parte del proceso normal de envejecimiento, y si nuestro familiar además atraviesa períodos de menor lucidez o problemas de memoria, hasta las conversaciones más simples pueden ocasionar sentimientos de frustración e inutilidad.
Propongamos estrategias:
- Establece contacto visual (mira a los ojos), sé claro, asegúrate de que te comprenden, usa palabras simples y se conciso al expresarte (sin tantas vueltas).
- Al conversar, usa los temas que le interesan a la persona, involúcrate con ellos y encuentra puntos en común (intereses compartidos), no olvides las habilidades y problemas de salud de la persona, sobretodo cuando hay complicaciones para hablar, escuchar o comprender.
- Reduce el ruido y las distracciones, cuida el volumen de tu voz, no es necesario gritar si hablas de frente a la persona. Evita cambiar de tema abruptamente así habrá menos confusión.
- Sé creativo. Puedes emplear ayuda visual, imágenes, cartulinas, pizarrones, sonidos complementarios, sinónimos, analogías, juegos o tecnología.
- Permite que la persona tome el tiempo que requiere para contestar. (Si tu familiar tiene algún problema de memoria necesitará al menos 20 segundos para preparar su respuesta).
- Da opciones claras, dos o tres, busca alternativas que faciliten la toma de decisiones por ejemplo, “¿Quieres agua o jugo?” en lugar de: “¿Qué quieres tomar?”.
- Si la estrategia anterior no es suficiente, usa oraciones y preguntas cortas, de preferencia que puedan responderse con Sí o No. Por ejemplo, “¿te gusta la música romántica? en lugar de: ¿Qué música te gusta?”
Plenitud del individuo
Por último, no olvides sonreír, una sonrisa sincera nos ayuda a crear un ambiente amigable, reconoce el esfuerzo que hicieron al contarte, repite tantas veces como sea necesario, no discutas o regañes a la persona si se confunde y comunica en ambos sentidos, fomenta que sean escuchados y escuchen a los demás.
Es posible que ya hayas leído estas estrategias, pero en tiempos donde cada pequeño cambio hace grandes diferencias preferí volverlas a revisar. Será un placer apoyarte si tienes dudas o necesitas herramientas específicas, por el momento me despido con la siguiente frase:
“La plenitud del individuo es el sustento de la pareja, la plenitud de la pareja es el sustento de la familia, la plenitud de la familia es el sustento de la sociedad, y la plenitud de la sociedad es el sustento del individuo”.
Dr. Alfonso Ruiz Soto