Envejecimiento activo. Un artículo de Kol Hanisayón
La clave para vivir más y mejor
El envejecimiento, a nivel individual, representa un proceso natural que se acompaña
de cambios fisiológicos, psicológicos, afectivos y sociales de diversa índole.
El envejecimiento del ser humano implica transformaciones positivas, negativas, o neutras.
El adulto mayor necesita asimilar todos estos cambios que le ocurren.
El bienestar se concibe como un concepto multidimensional, el cual integra factores fisiológicos, sociales, mentales, psicológicos, económicos y personales.
El concepto de bienestar integral resulta de una combinación de:
- Bienestar fisiológico: el cual comprende el estado de salud física del individuo y esnmedible a través de la presencia/ausencia de enfermedades, la funcionalidad, la percepción de salud y la autonomía personal.
- Bienestar social: representa la participación activa del individuo en la sociedad.
- Bienestar mental: constituye el estado de salud mental del individuo, además de la ausencia de enfermedades cerebrales degenerativas.
- Bienestar económico: refiere a la situación económica del individuo.
- Bienestar personal: se refiere al sentimiento de satisfacción actual y vital del individuo, el estado de ánimo positivo y la percepción que la persona tiene de su felicidad.
A través de las actividades sociales el adulto mayor encuentra un sentido a todos esos cambios experimentados, cubriendo tres necesidades fundamentales en el ser humano:
- La necesidad de inclusión: aparece como una tendencia de buscar la comunicación y el contacto. Se trata de una necesidad muy arcaica que consiste en existir a los ojos de los demás.
- La necesidad de control: son las actividades que abarcan la necesidad de seguridad y de poder sobre otro.
- La necesidad de afecto: se refiere a los vínculos de apego.
Las actividades sociales pueden ser beneficiosas para la salud, aumentan el bienestar personal, generan más energía para vivir, disminuyen la presencia de disturbios mentales y reducen el deterioro en la salud. Así, los adultos mayores que no tienen actividades sociales significativas, sienten una profunda soledad o se sienten inútiles y tienen más posibilidades de tener mala salud que aquellos que pueden llenar estas necesidades.
Raquel Bazbaz Agami.
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