Las tres preguntas más importantes para vivir una buena vida
Una fábula judía con un profundo mensaje.
El judaísmo, como lo puso Rav Jonathan Sacks z»l, “es una religión de preguntas”. Posiblemente, la historia del pueblo judío comenzó cuando Abraham hizo una simple pero profunda pregunta: “Es posible que al universo le falte una persona para cuidarlo?”, a la cual Dios le contestó: “Yo soy el Amo del universo”.
Escuché una vez a un monje budista contar una historia sobre las “preguntas más importantes” que uno necesita para encontrar la felicidad en la vida. La historia fue memorable para mí, no solamente por su profundidad, sino por su sorprendente fuente: un libro de cuentos cortos judíos, ¡publicado en 1903!
De acuerdo con la historia, había una vez un rey que buscaba desesperadamente vivir una buena vida y descubrió que él solamente necesitaba responder tres preguntas para lograrlo: ¿cuándo es el momento más importante?; ¿quién es la persona más importante? y ¿cuál es la cosa más importante que debemos hacer?
Después de buscar por todas partes, el rey llegó a las respuestas que satisficieron su corazón y contentaron su mente cuando encontró al profeta Elías, vestido como un mendigo, viviendo bajo un puente. (¡Nunca juzgues a un libro por su portada!).
Antes de leer las respuestas a continuación, hazte las tres preguntas mas importantes del rey y pregúntate cuales piensas tú que son las respuestas. Podrías sorprenderte.
1. ¿Cuándo es el momento más importante?
La respuesta de Elías es, por supuesto, «ahora». El momento presente es el único momento que tenemos realmente, el único momento en el cual podemos conectarnos con Dios, expresar nuestro afecto a nuestros seres queridos u ofrecer disculpas a quien dañamos.
A pesar de esto, muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestras vidas envueltos en remordimientos del pasado o preocupaciones del futuro. Podemos estar físicamente presentes en la cena, en la sinagoga o en una reunión de directorio, pero mentalmente estamos en otro lugar.
2. ¿Quién es la persona más importante?
Cuando le hago esta pregunta a mis alumnos, ellos usualmente responden, “Yo soy la persona más importante”. Aunque no hay duda de que somos importantes (como dijo Hilel “si yo no estoy para mí, ¿quién estará para mí?”), la sorprendente respuesta de Elías fue que la persona más importante es: «quienquiera que esté con nosotros en el momento presente».
Muchas veces durante el día estamos solos y por lo tanto nos convertimos en la persona más importante del mundo. Pero cuando dejamos nuestro dominio privado, el secreto de una vida feliz es tratar a las personas a nuestro alrededor como las personas más importantes del mundo. ¿Cuánta diferencia hace escuchar profundamente a nuestros amigos y seres queridos, tratándolos con esta importancia?
¿Cuántos de nosotros podemos relacionarnos con no ser completamente escuchados o vistos en interacciones con otros seres humanos, incluso seres queridos? Qué regalo podemos ofrecerles a las personas a nuestro alrededor, tratándolas de esta forma. Y qué bendición es para nosotros dar de esta manera, alcanzando lo que nuestros sabios denominan el “nivel de santidad” de generosidad en el cual “lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo”.
3. ¿Cuál es la cosa más importante que debemos hacer?
La corta respuesta de Elías: «asumir responsabilidad». De esta forma emulamos a Dios, quien se preocupa por nosotros en todo momento. Como enseñan los rabinos:
«Al igual como Dios vistió a los desnudos (Bereshit 3:21), así también nosotros debiéramos vestir a los desnudos. Al igual como Dios visitó a los enfermos (Bereshit18:1), así nosotros debiéramos visitar a los enfermos. Al igual como Él consoló a aquellos que están en luto (Bereshit 25:11), así también nosotros debiéramos consolar a aquellos que están en luto. Al igual como Él enterró a los muertos (Devarim 34:6), así también nosotros debiéramos enterrar a los muertos».
El judaísmo es una religión de preguntas y el poder de una buena pregunta puede cambiar tu vida y traer mucha alegría a ti, tus seres queridos y al mundo en general.
Versión original: Aish Latino escrito por Eliahu Freedman