No por perder la audición, pierdes tu calidad de vida
Cada día hay más personas que pierden poco a poco o súbitamente la audición.
Es común que la familia o los amigos sean los que inicialmente se percatan que el problema radica fundamentalmente en una baja auditiva. La persona misma se niega a a aceptarlo. ¡Yo oigo muy bien! ¿Cómo creen que necesito checar mi audición? Yo ¿voy a usar auxiliares auditivos?
Para la familia, amigos, compañeros de trabajo se vuelve difícil convivir con una persona con pérdida auditiva. No entienden lo que les dices o lo “olvidan”, no se incorporan a la conversación o tratan de “acaparar el micrófono” es decir de guiar la conversación sin escuchar a los demás.
Tarde o temprano todos perdemos la capacidad para oír, es una consecuencia natural del envejecimiento. Al llegar a los 80 años más de la mitad de las personas sufren una pérdida de audición significativa.
No sólo la edad avanzada provoca una pérdida auditiva, otras causas pueden ser la exposición constante al ruido, enfermedades o infecciones del oído, consumo de medicamentos ototóxicos (que dañan el oído interno).
Evaluación auxiliar
Una persona que empieza a perder la audición requiere de una evaluación completa por un médico especialista en oídos, nariz y garganta en colaboración con un médico audiólogo. Es necesario documentar la pérdida auditiva mediante estudios específicos e investigar la causa que la provocó. Esto para descartar causas reversibles e intentar prevenir la progresión de la misma.
Cuando la pérdida es significativa, el audiólogo decidirá cual es el auxiliar auditivo conveniente para cada persona.
Una vez que el dispositivo esté bien calibrado por su audiólogo, es importante valorar la posibilidad de apoyarse con una terapeuta especialista en problemas de audición para iniciar un programa de adiestramiento y evaluación de la percepción auditiva.
¿Te encuentras en esta situación? ¿Quieres aprender a manejar tu pérdida auditiva e integrarte de nuevo de manera positiva a tu mundo familiar, social y laboral?
Contesta estas preguntas honestamente:
- ¿Cuándo estás con varias personas oyes sus voces pero no entiendes lo que dicen? SI NO
- No soportas estar en un lugar muy concurrido y te incomoda el ruido que hacen. SI NO
- Últimamente me siento muy ansioso y estresado. SI NO
- Malinterpretas lo que te dicen tus interlocutores. SI NO
- Pides a cada rato que te repitan lo que dijeron. SI NO
- Sólo si platicas con una persona de frente y en un lugar silencioso, logras escucharlo perfectamente. SI NO
- Tu familia y amigos se empiezan a desesperar de platicar contigo porque no los entiendes o interpretas mal lo que te dicen. SI NO
Si contestaste SI a la mayoría de las preguntas, es hora de hacerte un chequeo audiológico.
Recuerda: “NO POR PERDER LA AUDICIÓN, PIERDES TU CALIDAD DE VIDA”
Terapeuta Rebeca Lerman Garber [email protected]
Imagen obtenida de: Gold Age