Si volviera a ser una mujer joven. Un artículo de Kol Hanisayón

Si volviera a ser una mujer joven, no estoy segura de cómo me las arreglaría con todas las cosas que tú tienes; las oportunidades, la tecnología…

Me gustaría pensar que podría ser un mundo de placer, pero me temo que, en cambio, solo sería un mundo de presión.

Presión para ser la madre perfecta, la esposa perfecta, la amiga perfecta.

Presión para ser exitosa, un jefe, un líder.

Si tuviera mi tiempo otra vez, no crearía una lista de “cosas por hacer”, crearía una lista de “cosas que no hacer”.

Me daría tiempo para disfrutar las cosas que ahora me di cuenta que son más importantes.

Lo que daría por alargar esos besos de buenas noches, en vez de quejarme por madrugar cada mañana.

Lo que daría por tener otro segundo para abrazar a mis bebés antes de que se hicieran demasiado grandes para sostenerlos.

Lo que daría por estar cinco minutos más en la pista de baile, cuando mis piernas todavía estaban fuertes para llevarme.

Y esto no se trata de detener una lucha por la igualdad, la mía fue una generación que quemó sus sostenes, pero nunca estuvimos en peligro de quemarnos.

No, esto se trata simplemente de ti, como ser humano.

Ahí está la palabra más importante, ser.

Perderse en el momento. 

Estar en paz con el mundo.

Ser más amable conmigo misma.

Ser más amable con los demás.

Ser capaz de soltarme, y estar orgullosa de hacerlo.

Créanme, si volviera a ser una mujer joven, pasaría más tiempo siendo, no haciendo.

No te sientas presionada para ser la mujer perfecta, relájate, respira y déjalo ir…

Escrito por: Raquel Bazbaz Agami