Tres casos de emprendedores mayores de 50 años exitosos en México
Para unos es el producto de muchos años de trabajo, para otros, el retiro no es una opción o simplemente la inspiración llegó un poco tarde. Estos emprendedores esperaron hasta después de sus 50 años para arrancar su negocio y están aprovechando una vida de experiencia en su negocio.
Es un hecho, la población envejece. Actualmente las personas de 55 años o más representan el 17% de la población mundial según la Organización de Naciones Unidas (ONU) y en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –de la que México forma parte– se estima que se incrementará en un 50% para 2050.
Cálculos del Instituto Nacional de Geriatría y el Consejo Nacional de Población (Conapo) indican que para 2050 la población mayor de 80 años en el país ascenderá a 6.3 millones, es decir 4.4 millones más de lo que hay actualmente. El hecho de que la gente viva más es una buena noticia. Sin embargo, el envejecimiento poblacional plantea nuevos retos tanto de salud y seguridad social, como económicos.
“Existe un fuerte deseo entre los adultos mayores de reinsertarse en el mercado laboral”, considera Julio Garza Hoth, fundador de Entrecanos, una iniciativa que busca impulsar a los adultos mayores (o que están en camino a serlo) a lograr esta reinserción, ya sea como empleados o emprendedores.
Este deseo obedece a dos causas: la primera es un factor económico porque muchas veces la pensión de un adulto ya retirado no es suficiente para cubrir las necesidades de la vida cotidiana, y la segunda, es un factor emocional, “esto es muchas veces más importante”, dice el emprendedor, “queremos sentirnos útiles”.
Se trata de algo hasta terapéutico. “Involucrar a la gente mayor en el trabajo podría mejorar su salud física y mental ayudándolos a permanecer activos y mentalmente estimulados”, señala el Golden Age Index 2017 de PwC.
Pero no sólo eso, el reporte señala que alentar la permanencia de los adultos mayores en las actividades productivas por más tiempo, además traer un beneficio en la salud de las personas, elevaría el PIB, el poder adquisitivo de los consumidores y hasta los niveles de captación de impuestos.
“Si los países de la OCDE aumentarán su tasa de empleo de 55-69 años para que coincida con el de los altos desempeños de Suecia, podrían impulsar su PIB hasta en alrededor de 2 billones de dólares a largo plazo”, dice el reporte.
La apuesta emprendedora
Mas pensar en una permanencia laboral en un país donde tan solo cuatro de cada 10 trabajadores son formales y donde aquellos que lo son en un periodo no lo son durante toda su vida, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), obliga a pensar en alternativas. Entre ellas, el emprender un negocio propio surge como una verdadera opción para los adultos maduros.
No está claro por qué el espíritu emprendedor se correlaciona tan a menudo con la juventud en lugar de con la experiencia corporativa, especialmente si se tiene en cuenta que la edad se está convirtiendo en un gran factor que contribuye al éxito empresarial.
“Nos estamos dando cuenta de que hoy los negocios se hacen de manera distinta a como se venían haciendo y que no es tarde para aprovechar el cúmulo de conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra vida profesional para iniciar algo propio”, sostiene Ángeles Toledo, directora de Innovación y Nuevos proyectos del despacho Gallástegui Armella Franquicias y mentora en Startup México.
Se trata de una tendencia global, explica la experta. En países como Inglaterra el 70% de los negocios que inician personas de más de 50 años sobreviven los cinco años, a diferencia de aquellos que inician los jóvenes, cuya sobrevivencia es a penas del 28%.
En México se está privilegiando el impulso al emprendimiento joven, que en muchas ocasiones tiende a abandonar sus proyectos por esta misma falta de experiencia o porque las prioridades en un individuo cambian, dice Toledo. Sin embargo, “a los 50 años ya conoces el mundo de los negocios y tienes más resiliencia para asumir los retos”. Tal vez tienes más liquidez o libertad financiera y es más probable que ya conozcas tus fortalezas y debilidades.
La sabiduría de los años
La también emprendedora sostiene, “la experiencia, sabiduría y conocimiento no las puedes estudiar en la universidad”. Esa es la gran fortaleza que da la madurez. Sin embargo, de acuerdo con el reporte especial de Emprendedurismo Senior del Global Entrepreneurship Monitor –que recopiló datos de 104 países entre los años 2009 y 2016–, las personas mayores tienen la menor confianza en su propia capacidad para iniciar y administrar un negocio.
No obstante, el reporte revela que el número de adultos mayores que trabajan por cuenta propia supera el de los adultos jóvenes. El 18% de los adultos de entre 50 y 64 años y el 13% entre las edades de 65 y 80 trabajan por cuenta propia en comparación con solo el 11% de los adultos de entre 18 y 29 años. Esto sugiere que las personas de 50 años o más todavía tienen un papel importante que desempeñar en las economías de todo el mundo y para aquellos que buscan estimular la actividad económica, ayudar a estos empresarios ignorados podría dar sus frutos.
“Si los adultos mayores se vuelven competentes para generar un ingreso independiente a través del autoempleo, podrían contribuir a la economía y generar ingresos fiscales”, explica el reporte.
También habría un beneficio potencial para la comunidad emprendedora, en términos de la nueva afluencia de ideas pues hay muchos adultos mayores que ven oportunidades que otros no observan. El secreto, dice Ángeles está en hacer sinergias y en la capacidad que tengas de lograr formar equipos complementarios, multidisciplinarios e incluyentes en el que convivan tanto los adultos mayores como la gente joven capaz de sumar a la organización y aportar en temas que resultan un reto para los adultos mayores, como son la adopción de las nuevas tecnologías.
Precisamente con la idea de estimular el espíritu emprendedor del adulto mayor surge BusinessSenior. Se trata de un programa de BusinessKids, la marca pionera en emprendimiento infantil en México, que mediante ejercicios mentales, dinámicas, juegos, sesiones de transmisión de conceptos y práctica de nuevas tecnologías, logran que el adulto mayor desarrolle sus ideas a la vez que aporta toda su experiencia y conocimientos para emprender.
Mary Carmen Cabrera Cisneros, creadora de este curso dividido en 26 materias que llevan al adulto mayor al mundo del emprendimiento, afirma que a través de esta actividad, los adultos mayores se reencuentran con ellos mismos, con sus sueños y pasiones, con su capacidad de hacer, lograr y demostrar que pueden crear todo aquello que se propongan. Afirma, “el emprendimiento no tiene límite de edad y es para todas las edades. Las ideas, lejos de perderse con los años, se alimentan de la experiencia y no importa cuándo se descubra, la vocación es un llamado”.
A continuación te presentamos tres historias de quienes se animaron a emprender a en su madurez
Sigue su ejemplo y recuerda que gana menos quien no arriesga nada.
CASO UNO: Cosechar el éxito
Hace nueve años, María Elena Chargoy y Pablo Hernández decidieron empezar una vida nueva con sus hijos, y lejos de la Ciudad de México en donde vivieron durante mucho tiempo. Se mudaron a Guanajuato para mejorar su calidad de vida, compraron un terreno semidesértico en la comunidad de Rancho Bonito, sembraron nopal y árboles de olivo para iniciar su propio negocio de alimentos.
Se trata de Dehesa San Isidro, una productora artesanal que por medio de cultivos orgánicos, prepara jugo verde de nopal, aceitunas de mesa deshidratadas, tapenade elaborado con aceitunas negras, sal de olivo, mermeladas de chabacano y durazno con vainilla, y cactis que es una botana de nopal deshidratado con chile y azúcar. Actualmente sus productos se venden en City Market, Soriana, City Club, La Comer y en pequeñas tiendas locales.
María tenía 42 años y Pablo 49 cuando tuvieron la idea de hacer equipo para emprender por primera vez. Hoy, María se encarga del ámbito industrial y comercial, mientras que Pablo dirige las actividades agrícolas. Juntos han enfrentado a las marcas de renombre con productos innovadores, inocuidad alimentaria, sustentabilidad y con un proyecto social que ha dado empleos a las mujeres de esta comunidad que vive en condiciones de pobreza.
Pero María revela que no ha sido fácil cosechar el éxito, porque asegura que a sus 51 años ya no hay mucho tiempo para equivocarse, aunque sugiere que un emprendedor debe hacerlo rápido y seguido para mejorar cada vez más. Sin embargo, considera que la edad madura es el momento con mayor esplendor para emprender y capitalizar toda la experiencia y el conocimiento adquirido en un proyecto de vida.
Por ahora, la producción de Dehesa San Isidro es limitada, pero estos emprendedores tienen planes a futuro muy ambiciosos. Pablo adelanta que seguirán fomentando el consumo del olivo de la mano de Olivicultores de Guanajuato, una asociación civil que fundó recientemente. Además, en los próximos meses incluirán nueces y aceite de olivo en su oferta de productos, estiman vender en más cadenas comerciales y conquistar el mercado de Estados Unidos y Canadá.
CASO DOS: Innovación con enfoque ecológico
Era 1982 cuando Basilio Capetillo vendía café en las clínicas del IMSS, el ISSSTE o incluso en instituciones de gobierno con unas máquinas expendedoras que había rentado y que funcionaban por medio de conexiones hidráulicas. Ese negocio le permitió involucrarse poco a poco en la industria, incluso fue proveedor de equipos de tratamientos de agua en dos compañías.
Hoy, Basilio tiene su propia empresa: Industrias Makech, una marca líder en la producción y venta de mingitorios ecológicos, inodoros, lavabos y accesorios para baño, que se comercializan a través de gerencias y distribuidores en México, España, Costa Rica, Colombia y Guatemala. En los 20 años que lleva en el mercado, ha logrado sumar en su carterea de clientes a marcas nacionales como Sears, Coca-Cola, la Bolsa Mexicana de Valores o la Secretaría de Salud.
Basilio pidió $50,000 prestados en el banco para iniciar esta empresa cuando tenía 50 años, después de conocer un mingitorio que no ocupaba agua y motivado por el ecologista Ron Sawyer para idear una forma de evitar que la orina se contamine con otros líquidos. Así fue como creó su propio mingitorio ecológico 100% seco que ahorra hasta 250,000 litros de agua al año, el producto estrella y el más vendido de Industrias Makech.
Basilio revela que fue complicado ganarse a sus primeros clientes, porque pensaban que el mingitorio causaba mal olor y era insalubre. Confiesa que estuvo a punto de dejar el negocio en varias ocasiones, pero asumió el reto aprovechando la mayor ventaja que le dio emprender a esta edad, y que considera invaluable: la experiencia que tuvo trabajando en el comercio toda su vida. No dejó de aprender y de actualizarse, porque asegura que nunca es tarde para hacerlo.
La realidad es que confió en su idea y en la habilidad que tiene para vender, una de las cualidades que le permitió ganar clientes tocando de puerta en puerta con ayuda de un directorio y el mingitorio que cargaba para mostrarlo. Hoy, a sus 71 años, la meta de Basilio es tener distribuidores y representantes en todo el país, y adelanta que hará el lanzamiento de un nuevo sistema que ya está desarrollando.
CASO TRES: Carrera de fondo pro salud
Luis Chávez tenía 52 años y Jesús Rodríguez 49 cuando decidieron emprender juntos esta aventura. Se conocieron en México después de haber dejado su natal Venezuela. Jesús había padecido una parálisis facial y necesitaba rehabilitación a domicilio, pero al darse cuenta de lo complicado que es encontrar fisioterapeutas especializados y de confianza, decidió crear una forma rápida y sencilla para contactarlos.
Así fue como surgió Kuidisalud, una plataforma digital que inició con un concepto B2B en donde los médicos recomendaban esta herramienta a sus pacientes para contratar a un fisioterapeuta. Hoy, cualquier persona puede solicitar el servicio a domicilio de un profesionista especializado en 12 áreas diferentes como enfermería, traumatología, odontología o fisioterapia, desde una app o página web y con la posibilidad de atención urgente en caso de emergencia.
Después de haber pivotado tres veces la plataforma, hoy funciona como un market place con servicios de salud y equipos médicos que se compran directamente con la proveedora. Kuidisalud, también es una ventana de oportunidades para que los profesionistas se inserten al mundo laboral y sean certificados por las propias universidades. Hasta ahora tienen convenios con la IPETH, Unitec, UVM, CMUCH y la FIMPES, pero la meta es sumar a 399 escuelas.
En el 2016, Luis y Jesús se asociaron para fortalecer esta solución y llevarla al siguiente nivel. Han invertido cerca de 320,000 dólares para robustecer el servicio con tecnología y una mejor operación, dinero que obtuvieron con préstamos bancarios, apoyo de amigos y vendiendo propiedades. Luis confiesa que la experiencia y el aprendizaje que han adquirido en trabajos y negocios anteriores, les ha permitido crear un negocio factible y desarrollarlo con audacia.
Aunque los emprendedores señalan que el ecosistema está dirigido a los jóvenes, están dispuestos a seguir en este maratón. Planean expandirse en América Latina y España, además de levantar una ronda de inversión. La pasión que tienen por el deporte, es la misma que tienen en su negocio, y cada una de sus medallas les recuerda que siempre deben estar preparados y ser constantes para llegar a la meta: crear un ecosistema real de salud.
Versión original: Entrepreneur