Cuando hay que repetir una y mil veces las mismas cosas
Comunicarse con las personas mayores que están a nuestro cuidado no siempre es fácil. Por eso te queremos dar algunos consejos que te van a ayudar a reaccionar ante la persona mayor con más paciencia y comprensión cuando tengas que estar repitiéndote continuamente.
Cuando hablamos y vemos que no nos entienden o que hay que repetir una y mil veces las mismas cosas, nos enfadamos. Esa tensión, no obstante, hay que saber rebajarla y recordar por qué la persona mayor a nuestro cargo nos tiene que repetir las mismas preguntas. Debemos pensar que somos unos afortunados por poder disfrutar de su compañía. Aunque a veces cueste, hay que tratar a nuestros seres queridos con mucho cariño.
Cuidar y tener una buena relación con la persona mayor a la que cuidamos diariamente, a menudo requiere de unas buenas habilidades y estrategias adecuadas de comunicación. Son fundamentales, se deben aprender poco a poco y poner en práctica diariamente para mejorar la relación con nuestro ser querido.
Repetirte continuamente con una persona mayor es una situación que se suele repetir a diario. Esto sucede habitualmente con personas con problemas de memoria, como puede ser la demencia y el alzheimer. Estas situaciones pueden ser muy tristes, estresantes y emocionales para el cuidador familiar. Y cualquiera que haya estado conviviendo con una persona mayor a su cargo puede sentir y contar perfectamente lo frustrante que es esta realidad.
¿Cuáles son las mejores maneras de manejar estas situaciones ante una discusión por perder la paciencia?
Lo primero que puedes hacer es respirar profundamente y tratar de no sentirte desbordado por las emociones. Lo que tienes que hacer, sobre todo, es mantener la calma. Entendemos que puedes sentirte molesto y enfadado por otro olvido, pero trata de ponerte en el lugar de la persona mayor. Trata de reaccionar con paciencia y comprensión. Siempre mira a los ojos y háblale claramente y en voz alta, pero evita usar con la persona mayor un tono prepotente o irritado.
A continuación, te damos algunos consejos para tener más paciencia y comprensión en diferentes situaciones en las que nos estamos repitiendo continuamente con el adulto mayor.
Estrategias que puedes poner en práctica en caso de tener que repetirte continuamente
No digas: “¿Cómo puedes no recordar eso?”
Es mejor decirle una frase como ésta: “la siguiente vez tienes que mirar las citas del calendario o pondremos una alarma. Si no vas a tus citas médicas, puedes tener problemas de salud”. Coloca algunas notas post-it en la nevera y el espejo del baño. Agrega una cara sonriente para mantener el tono ligero. Si aún crees que tus padres podrían olvidarse de hacer algo, haz tú mismo el recado.
No digas: “Acabo de enseñarte a cómo usar el mando a distancia”.
Es mejor decir: “El botón verde en la parte superior enciende la tv, y hay unas flechas para cambiar el canal y otro para el volumen. Te lo voy a enseñar otra vez”. A veces, no obstante, es mejor y más sencillo conseguir un mando a distancia para personas mayores con un diseño más simple. Si la personas mayor está de acuerdo con las instrucciones que le has dado, puedes escribir o imprimir instrucciones paso a paso con una letra grande y legible y dejarlas cerca del mando a distancia.
No le digas: “¿No te importa lo que te cuento?”
Si el tema es importante para ti, trata de decírselo y que lo entienda. Para evitar la ira, explícale por qué la conversación fue importante para ti y recuerda que no lo está olvidando porque quiere. Ten paciencia y comprensión.
No digas: “Ya me dijiste eso”.
Dile en cambio: “¿y ahora sé lo siguiente? Y no me digas que lo siguiente que hiciste fue … ” Sí, puedes hacer una broma con esto, pero solo si la persona no se siente herido. En el mejor de los casos tu ser querido se sentirá divertido y lo suficientemente relajado como para uniros y reír.
No digas: “¡Eres demasiado viejo para conducir!”
En cambio, dile: “Me encantaría conducir yo. Tu vista no es la que solía ser y quiero que no corras ningún riesgo”. Puede ser difícil saber que está empezando a perder su capacidad para conducir, ya que el poder conducir es un símbolo de libertad para la mayoría de las personas. Trata de hablarlo, considera las alternativas y, sobre todo, prioriza su seguridad y la de los demás ante todo.
No digas: “Debería estar a cargo de tu dinero y tus cuentas”.
En cambio, dile: “¿estarías dispuesto a dejarme ayudarte con tus finanzas? No soy un experto, pero muchas cosas han cambiado con los años y podría ayudarte”. Como recomendación, te diremos que no deberías tomar el control de su vida sin decirle nada. Al hacerlo estarías invadiendo su espacio y libertad, lo que probablemente le haría enfadar.
No digas: “¡Hueles mal!”
En cambio, dile: “Oye, ¿tienes dificultades para entrar y salir de la ducha?” Con el tiempo, puede ser difícil para los ancianos la higiene íntima. No debes lastimar sus sentimientos, pero mantente firme y proactivo cuando se trata de su salud y cuidado íntimo diario. Para ello busca las mejores soluciones y comprueba que la casa es accesible para su edad y condiciones físicas y mentales.
No le digas: “¡No tienes más remedio que tomar esa medicina!”
Dile en cambio: “Por favor, toma tu medicación. Sé que cuesta y sabe mal, pero quiero que estés sano”. Si el medicamento le provoca efectos secundarios perjudiciales, considera llevarle al médico para hablar sobre estos temas.
A veces, las personas mayores simplemente no quieren tomar sus pastillas. Trata de que tomar los medicamentos sea una experiencia positiva. Os podéis divertir los dos en el momento de tomar la medicación, como comer un bizcocho o hacer algo que le guste. Como es comprensible, no siempre vas a poder estar para la toma de la medicación. En esos casos, puedes hacer un esfuerzo para poner recordatorios amigables para recordar los medicamentos o poner alertas.
No digas: “No sabes de lo que estás hablando”.
En su lugar, dile: “no estoy seguro de lo que me estás diciéndo, ¡pero puedo mirarlo si no te importa!”. Trata de no enfadarte cuando se dan las situaciones de olvido. Te recordamos que a veces es mejor estar callado y tan solo escuchar. Dale tu apoyo emocional tanto como puedas.
No te rindas, no estás solo. Si sientes que necesitas ayuda para tratar con tu ser querido mayor, tienes algunas opciones. Considera ponerte en contacto con los centros de recursos para la demencia, la enfermedad de Alzheimer y/o la atención de personas mayores. Ellos podrán darte apoyo y asesoramiento de cómo llevar tu caso en particular.
Cuidar de un ser querido sin ayuda supone un gran sacrificio y a muchas personas les está aliviando el cuidado relevo. El cuidado de relevo es un tipo de asistencia que le permite al cuidador familiar tomarse un descanso de su cuidado. Esta atención se centra en ayudar a los cuidadores familiares a recargar fuerzas, aliviar su estrés y evitar su agotamiento.
Trata de llevarte bien con las personas de edad avanzada, incluso si parecen ser tercos y maleducados. Hay que ser lo más respetuoso posible, incluso si las situaciones frustrantes siguen ocurriendo diariamente. Gritar o ser severo solo puede empeorar todo, y lo mejor y más apropiado es que tu ser querido se sienta cómodo contigo.
No tengas miedo de pedir asistencia médica o psicológica si es necesario. ¡Permanece fuerte y no te des por vencido con tu ser querido!
Versión original: Familiados
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