El poder destructivo del habla negativa
No pierdas la esperanza con tus palabras.
“¡Nuestro sistema de salud no funciona, es irreparable!”, declaró en Facebook una amiga mientras esperaba en una sala de emergencias repleta de gente. Entendí su dolor y su frustración, ¿pero acaso tener que esperar un poco para que te vea un médico significa que todo nuestro sistema de salud “no funciona” y que es “irreparable”?
«No funciona nada y todo es irreparable»
Últimamente los titulares han declarado que tantas cosas son “irreparables” que es un verdadero milagro que aún podamos seguir viviendo vidas normales. Un periódico declaró que las contraseñas de seguridad cibernéticas “son irreparables”. El líder de una importante compañía de seguros declaró que los sistemas de cobro de seguros “no funcionan y son irreparables”. Rutinariamente se afirma que los departamentos gubernamentales “no funcionan”. Muchos dicen que los sistemas de calificación en los establecimientos educacionales “son irreparables”.
Decir que algo “es irreparable” implica que has perdido la esperanza; que no tiene sentido intentar un cambio. Se debe desechar el sistema por completo. No puedes “mejorar” algo que no se puede reparar, sino que tienes que reemplazarlo.
Las palabras conforman el habla
Usar palabras demasiado duras afecta la forma en que percibimos el mundo y nos hace sentir todavía más negativos que antes. Un estudiante que todo el tiempo habla mal de su escuela eventualmente se sentirá peor estudiando en ella. Una mujer que rutinariamente describe a su esposo con los peores términos, le tendrá aún mayor aversión.
Un hijo adulto que le contesta agresivamente a sus padres mayores, afectará a la relación y vida de ambos
El habla influye sobre nuestros pensamientos tanto para bien como para mal, pero los investigadores descubrieron que “lo malo es más fuerte que lo bueno”. Ese fue el título de un trascendental artículo que escribió en el año 2001 el Profesor Roy F. Baumeister de la Universidad Case Western Reserve. El Profesor Baumeister descubrió que las personas están programadas para prestar mayor atención a las advertencias y descripciones negativas que a las palabras positivas. Esto se conoce como “retroalimentación negativa”: los comentarios y las palabras negativas tienen mayor impacto que las palabras positivas.
El hecho de describir aquellas condiciones que nos frustran o nos desagradan como cosas “irreparables”, es algo que se alimenta del lenguaje de desesperanza y desesperación, no del cambio. Hacer esto ignora lo que sí es reparable y envía el mensaje falso de que no hay nada positivo.
La posición del judaísmo ante el habla
La Torá tiene una visión completamente diferente. Ella nos alienta a no darnos nunca por vencidos, sino a trabajar para encontrar la forma de mejorar las cosas. En vez de dar todo por perdido al decir que las cosas “son irreparables”, el judaísmo nos alienta a involucrarnos en los problemas y a pensar de qué manera podemos ayudar.
Rabí Tarfón vivió en Israel, en la ciudad de Lod en el siglo I AEC, durante una época de tumultos políticos y represión religiosa, cuando las autoridades romanas perseguían a los judíos. Sin embargo, en sus obras no hay ningún rastro de fatalismo. Él es famoso por haber dicho: “No se te pide que completes la tarea; sin embargo, no eres libre para desentenderte de ella” (Pirkei Avot 2:21). Incluso cuando parece imposible reparar por completo la situación, tenemos el deber de esforzarnos al máximo y marcar una diferencia. Él no se dio por vencido y no describió la situación como “irreparable”.
Podemos empezar por ser más cuidadosos con nuestras palabras. Expresar con exactitud lo que realmente queremos decir nos obliga a pensar y entender qué es realmente lo que nos molesta. Por lo tanto, la próxima vez que sientas la tentación de describir una situación como algo “irreparable”, busca una palabra un poco más apropiada para describirla. ¿El centro de atención al cliente es un poco ineficiente? ¿Esa situación es injusta o desagradable? ¿Sospechas que alguien es parcial o no está capacitado? ¿Una situación te hizo perder tiempo, sentirte menospreciado?
Todas estas descripciones dejan abierta la posibilidad de cambio e implican que los problemas pueden abordarse y mejorarse.
Versión original: Yvette Alt Miller de AishLatino